miércoles, 19 de octubre de 2011

El fascismo - Investigación: Alexander López.

Investigación: Alexander López.


El fascismo


Por: Benito Mussolini


"Es importante tratar de definir lo que el término ‘fascista’ representa ya que posteriormente fue aplicado a otros regímenes y gobernantes tales como Hitler, Franco (España), Salazar (Portugal) y Perón (Argentina), aun cuando en ocasiones su versión del fascismo era muy diferente a la italiana. Hoy en día la izquierda tiende a rotular como ‘fascista’ a cualquiera que sostenga puntos de vista propios del ala derecha. El hecho de que el fascismo nunca produjo un gran escritor teórico que explicase su filosofía claramente como Marx explicó el comunismo, hace difícil determinar exactamente en qué consistía. Las metas de Mussolini, constantemente cambiantes, sugieren que antes de 1923 su principal objetivo era adquirir poder; después de ello parece haber improvisado sus ideas sobre la marcha".

Siguiendo a Lowe, pasados algunos años se hizo evidente que el fascismo tal como Mussolini intentó ponerlo en práctica implicaba ciertos principios básicos:

a)     Nacionalismo extremo: la consagración a edificar la grandeza y el prestigio del Estado, bajo el entendimiento de que la nación propia es superior a otras.

b)    Un sistema de gobierno totalitario: es decir, todo un estilo de vida con el que el gobierno intentaba controlar y organizar, mediante una rígida disciplina, tantos aspectos de la vida del pueblo como fuese posible. Esto era necesario para promover la grandeza del Estado, que era más importante que los intereses del individuo.

c)     Un Estado monopartita era esencial; no había cabida para la democracia. El fascismo era particularmente hostil al comunismo, lo que explica mucho de su popularidad. Los miembros del partido fascista constituían la élite de la nación, y se ponía gran énfasis en el culto al caudillo héroe, que supiera ganarse el apoyo de las masas con exaltadas arengas y hábil propaganda.

d)    La autosuficiencia económica (autarquía) era de importancia vital para el desarrollo de la grandeza del Estado; por consiguiente el gobierno debía dirigir la vida económica del país (aunque no en el sentido marxista de que el gobierno fuese el propietario de fábricas y tierras).

e)     La fuerza militar y la violencia eran parte integral del estilo de vida. El mismo Mussolini afirmaba: "La paz es absurda; el fascismo no cree en ella"'. De ahí que los fascistas que habían tomado el poder mediante actos revolucionarios, dieran un trato violento a sus adversarios críticos, y siguieran una política exterior agresiva.

Mussolini establece el Estado fascista
“No se efectuó ningún cambio repentino en el sistema de gobierno e instituciones estatales; Mussolini era simplemente el Primer Ministro de un gabinete de coalición en el que sólo cuatro de doce ministros eran fascistas, y tenía que obrar con cautela. Empezando en el verano de 1924 con una mezcla de violencia e intimidación, y ayudado por desavenencias insolubles entre sus opositores, adaptó paulatinamente el gobierno y la sociedad italianos a los lineamientos fascistas, y al mismo tiempo consolidó su propio dominio sobre el país. Para 1930 ésta era la situación:

a) Todos los partidos excepto el de los fascistas se habían suprimido. Los adversarios irreductibles del régimen se encontraban exiliados o habían sido asesinados, siendo los casos más notables entre estos últimos los de los socialistas Giacomo Matteolti y Giovanni Amendola, quienes fueron asesinados a golpes por sicarios fascistas. Con todo, el sistema italiano nunca fue tan brutal como el régimen nazi en Alemania, y después de 1926, cuando Mussolini se sintió más seguro, la violencia disminuyó notablemente. Aunque el parlamento continuaba reuniéndose todas las decisiones importantes eran tomadas por el Gran Consejo fascista que seguía siempre las instrucciones de Mussolini; en efecto, Mussolini, quien adoptó el titulo de Il Duce (el conductor), era un dictador.

b) En la gubernatura local se eliminaron los concejos y alcaldes municipales electos, y las poblaciones eran gobernadas por funcionarios designados desde Roma. En la práctica los jefes de los partidos fascistas locales, conocidos como ras, a menudo ejercían tanto poder como los funcionarios gubernamentales.

c) Se puso en vigor una estricta censura a la prensa, mediante la cual todos los periódicos antifascistas eran suprimidos, o bien sus editores reemplazados con propagandistas del partido. La radio, el cine y el teatro estaban igualmente controlados.

d) La enseñanza en escuelas y universidades era supervisada estrictamente; los maestros debían usar uniforme, y se escribieron nuevos libros de texto para elogiar al fascismo. Se alentaba a los estudiantes a criticar a los maestros que se mostraran faltos de entusiasmo hacia el partido. Niños y jóvenes estaban obligados a inscribirse en organizaciones juveniles dirigidas por el gobierno que inculcaban en ellos admiración por el genio del Duce y las glorias de la guerra.

e) El gobierno intentó promover la colaboración entre patrones y trabajadores y poner fin a la lucha de clases, mediante lo que se conoció como el Estado Corporativo. Sindicatos controlados por fascistas eran los únicos facultados para negociar en nombre de los trabajadores, y tanto los sindicatos como las asociaciones patronales fueron organizados como corporaciones con cuya cooperación se contaba para resolver disputas sobre salarios y condiciones de trabajo. No se toleraban huelgas ni cierres forzosos. Para 1934 había 22 corporaciones correspondientes a otras tantas industrias diferentes, con lo que Mussolini esperaba controlar a los trabajadores y dirigir la producción. A fin de compensarlos por su pérdida de libertad, se aseguraran a los trabajadores beneficios tales como descanso dominical, vacaciones anuales pagadas, seguro social, facilidades para disfrutar de los deportes y el teatro, así como paseas económicos.

f) Por el Tratado de Letrán (1929) se llegó a un entendimiento con el Papa. El papado había sido hostil al gobierno italiano desde 1870 y, aunque en 1922 había secundado a Mussolini, el papa Pío XI desaprobaba el creciente totalitarismo del régimen fascista (las organizaciones juveniles fascistas, por ejemplo. tenían choques con los grupos de juventudes católicas). Mussolini, si bien un tanto ateo en lo personal, tenía plena con ciencia del poder de la Iglesia Católica Romana, y se esforzó por ganarse a Pío Xl quien, como el Duce bien sabía, estaba obsesionado por el miedo al comunismo. El resultado de todo eso fue el Tratada de Letrán, por el que Italia reconoció a la Ciudad del Vaticano como un Estado soberano, pagó al pontífice una cuantiosa suma como compensación por todas sus pérdidas, aceptó la fe católica como la religión oficial del Estado e hizo la instrucción religiosa obligatoria en todas las escuelas. En cambio el papado reconoció el reino de Italia. Algunos historiadores consideran la terminación de la prolongada ruptura entre Iglesia y Estado como la obra más perdurable y valiosa de Mussolini".


Sobre el fascismo

"Fascismo italiano. Movimiento político y social, organizado en milicias bajo el signo de las antiguas fasces, que se produjo en Italia después de la Primera Guerra Mundial. Fue fundado por Benito Mussolini y se constituyó en partido (Partido Nacional Fascista) en 1921. Su origen data de 1915, con la creación de los fascios de acción revolucionaria, transformados más tarde en fascios de combate (1919). Comprendía grupos universitarios fascistas, fascios femeninos y fascios juveniles. Su ideología nacionalista, imperialista, totalitaria, corporativista, personalista está esencialmente vinculada a la de su jefe (duce), Maestro de escuela durante algún tiempo, fue posteriormente periodista y director de L'anvenire, en Trento, y de Avanti, en Forli. Fundador del semanario La lotta di clase y del Popolo d'Italia (1914). En 1919, reunió en Milán el primer núcleo fascista para oponerse al socialcomunismo de la posguerra. Transformando el nuevo movimiento en partido en las elecciones de 1921, organizó la marcha sobre Roma (28 de octubre de 1922), arrancando al Rey el encargo de formar el nuevo gobierno. Tras la momentánea crisis del asesinato de G. Matteoti (1924), que suscitó entre los italianos una oleada de indignación, instauró la dictadura (1925). En 1929, para obtener el apoyo oficial de la Iglesia, resolvió la secular Cuestión romana, estipulando con Pío X el Tratado de Letrán. Mejorada la economía e incrementado el desarrollo de la población, suprimida la libertad de voto y la autoridad parlamentaria e instaurada una política rígida y autárquica, reveló sus ambiciones imperialistas. En 1936, se adueñó de Etiopía, fundando allí un nuevo Imperio y, tres años después, ocupó Albania, enfrentándose a Inglaterra y a la Sociedad de Naciones. Intentó entonces unirse a Alemania y estipuló con Hitler un acuerdo político militar (Eje Roma-Berlín, 1936), que arrastró a Italia a la Segunda Guerra Mundial. Entró en el conflicto sin suficiente preparación militar y perdió poco a poco su prestigio y el control de la situación, que se hizo desastrosa en la desafortunada campaña de Grecia (1940-1941) y con la ocupación de Italia por parte de los aliados. El 24 de julio de 1943, en la histórica sesión del Gran Consejo, se aprobó contra él la orden que le privó de todo poder: el Rey mandó arrestarle. Liberado por los alemanes mediante un golpe de mano fue conducido a Alemania, desde donde logró constituir la efímera República social italiana con sede en Salo. Volvió luego a Italia y formó un nuevo gobierno, reclutando un ejército de tropas fascistas (Brigadas Negras, X Más, etc.), para continuar la lucha contra la resistencia y contra los aliados en la llamada línea gótica. Al llegar el desastre de los ejércitos alemanes intentó la fuga, pero fue capturado cerca de Como por los partisanos y fusilado junto con su amante Clara Petacci. Obras principales: El Trentino visto por un socialista, Discursos, La doctrina del fascismo, Historia de un año, Hablo con Bruno, Vida de Arnaldo. Tras la Segunda Guerra Mundial el Fascismo fue objeto de represión, lo que no impidió que resurgiera otra vez agrupando a los sectores nacionalistas de extrema derecha"...

¿Hasta qué punto era totalitario el sistema de Mussolini?

"Parece indudable que a pesar de sus esfuerzos Mussolini no logró crear un Estado completamente totalitario en el sentido fascista de la ausencia de "individuos o grupos no controlados por el Estado", ni como el que los nazis crearon en Alemania. Nunca anuló del todo la influencia del Rey o el Papa, y éste reprobó severamente a Mussolini cuando empezó a perseguir judíos a fines de la década de los treinta. El historiador Benedetto Croce y otros profesores universitarios fueron detractores constantes del fascismo y no obstante sobrevivieron, aparentemente porque Mussolini temía una reacción mundial hostil si los hacía arrestar. Incluso simpatizantes fascistas admitían que el sistema corporativo no era un éxito en cuanto a controlar la producción. De acuerdo con Elizabeth Wiskemann, "en general los grandes industriales se limitaron a simular sumisión, mientras que de hecho compraron su independencia del Estado fascista, mediante generosas aportaciones a los fondos del partido". Por lo que se refiere a la totalidad de la población, al parecer estuvo dispuesta a tolerar el fascismo mientras pareció traer beneficios, pero pronto se cansó de él cuando sus fracasos durante la Segunda Guerra Mundial revelaron sus deficiencias.



[1] Lowe, Norman. Guía ilustrada de la historia moderna. Fondo de Cultura Económica, México, 1989.