domingo, 6 de mayo de 2012


POR: Jairo Andrés Díaz Zambrano
DESMONTE DEL FRENTE NACIONAL Y CRISIS DE ESTADO
(CONTEXTO NORMATIVO)

El fenómeno de la abstención política cada día se acentuaba más, y es por ello que las diferencias al interior de los partidos condujeron a una competencia electoral, protagonizada por cuatro candidatos conservadores, en el que se hizo evidente el desgaste del acuerdo bipartidista, pero que gracias al respaldo oficial del liberalismo se garantizó al partido conservador la elección de Misael Pastrana Borrero, candidato para el último período del Frente Nacional. Los gobiernos siguientes difícilmente lograron superar los acuerdos bipartidistas, ahondándose más la crisis de legitimidad, por el clientelismo, la corrupción política y el avance de la subversión guerrillera, instaurándose un período de represión amparado en la figura del Estado de Sitio hoy de Excepción que privó de garantías y libertades ciudadanas, ante el fantasma del comunismo en el cual se enmarcaron todos los movimientos de oposición.

·         El Estado de Sitio: En medio del horripilante espectáculo de más de cuarenta años de muerte y atroces crímenes políticos de la derecha, de algunas guerrillas y del narco-terrorismo -para no mencionar la delincuencia común - que ha costado alrededor de seiscientas mil vidas y millones de millones de pesos en daños materiales y económicos, simultáneamente ocurren en Colombia acontecimientos creativos y renovadores del sistema institucional y político: a) el avance acelerado del proceso de paz mediante acuerdos del Gobierno con grupos guerrilleros, que ha incorporado miles de personas a la vida política civil. En la elección de los 70 integrantes de la Asamblea Constituyente, el 9 de diciembre de 1990, el M-19 obtuvo un 27% de los votos, rompiendo así el esquema bipartidista liberal-conservador que dominara el escenario político desde la independencia; b) la convocatoria directa por el pueblo, con el apoyo de los gobiernos de Barco y Gaviria, de una Asamblea Constituyente para la reforma de la Constitución, autoritaria por cierto, vigente desde 1886, a fin de modernizar las instituciones jurídico-políticas y ampliar y profundizar la democracia tradicional y conservadurista, encaminándola a nuevas formas de participación ciudadana y a efectivos mecanismos de desconcentración de las decisiones. (explicación brindada por Nueva Sociedad Nº 112 Marzo Abril de 1991, ISSN: 0251-3552, <www.nuso.org>.)

TÍTULO XI. DEL PRESIDENTE Y DEL VICEPRESIDENTE DE LA REPÚBLICA (CONSTITUCIÓN DE 1886).
Artículo 121.-
En los casos de guerra exterior, o de conmoción interior, podrá el Presidente, previa audiencia del Consejo de Estado y con la firma de todos los Ministros, declarar turbado el orden público y en estado de sitio toda la República o parte de ella.
Mediante tal declaración quedará el Presidente investido de las facultades que le confieran las leyes, y, en su defecto, de las que le da el Derecho de gentes, para defender los derechos de la Nación o reprimir el alzamiento. Las medidas extraordinarias o decretos de carácter provisional legislativo que, dentro de dichos límites, dicte el Presidente, serán obligatorios siempre que lleven la firma de todos los Ministros.
El Gobierno declarará restablecido el orden público luego que haya cesado la perturbación o el peligro exterior; y pasará al Congreso una exposición motivada de sus providencias. Serán responsables cualesquiera autoridades por los abusos que hubieren cometido en el ejercicio de facultades extraordinarias.
Los dos gobiernos liberales que siguieron al período del Frente Nacional, Alfonso López (1974-78) y Julio Cesar Turbay Ayala (1978-82), no tuvieron cambios significativos en cuanto a los parámetros acordados por el bipartidismo. Estos se desenvolvieron en medio del centralismo político, el acentuado presidencialismo ratificado en la reforma constitucional del 86, el creciente clientelismo, amañado reparto fiscal y corrupción política, conductas que rompieron todo canal de comunicación entre el electorado y la dirigencia política cada vez más distante de los partidos políticos. La respuesta a esta situación fue el incremento de movimientos y paros cívicos cuyo objetivo era reclamar al Estado, servicios, inversión, vías de comunicación, educación, salud, tuvieron como particularidad su composición heterogénea que aglutinó a sectores populares, medios, integrados en una causa común: exigir respuesta a necesidades básicas de sus habitantes. Además dejo en claro el escaso grado de democratización del régimen político.

Jairo Andrés Díaz Zambrano
Estudiante APT IV SEMESTRE

1 comentario:

  1. Jairo,

    Me parece muy interesante su publicación, en realidad ley varias y esta me gusto más.
    Me llama la atención ver como trata de sujetarse a lo que esta escrito en los documentos referenciados y no dejarse llevar por la corriente de la propia opinión. También, me gusta como retoma fechas y también como agrega cifras en porcentajes y para finalizar me gusta como relata lo sucedido, pero no se pierde ese hilo conductor que aveces por tratar de relatar más o escribir menos, se pierde.


    Cordialmente,

    CHRISTIAN CAMILO CAGUA SUA

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