domingo, 6 de mayo de 2012


POR: GUTIERREZ GUZMAN JEANETH

LA SUBVERSION EN COLOMBIA
La subversión marxista, por primera vez aliada a los carteles del narcotráfico en un golpe terrorista, quiso derrocar el gobierno del Presidente Betancur, asegurar la impunidad para los narcotraficantes de los carteles de Cali y Medellín, y de paso tomarse el poder en Colombia por medio de un espectacular asalto que conmovió al mundo.Poco antes, un régimen comunista se había instalado en Nicaragua, después de una sangrienta toma del congreso de ese país por parte de las guerrillas sandinistas. El M 19 quería repetir la historia en Colombia, al juzgar que la actitud del País ante el chantaje sería la claudicación. Después del asalto al Palacio de Justicia, la historia colombiana se partió en dos, pues este episodio fue el comienzo de una guerra implacable entre el Estado de Derecho y la subversión marxista. Por casi 25 años han corrido ríos de sangre por todos los rincones de Colombia. Militares, policías y ciudadanos de todas las actividades imaginables por un lado; guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes por otro. Dos caras de un conflicto que marcó profundamente nuestra historia reciente y que gracias a una política firme y categórica del actual gobierno se ha ido superando, aunque no ha terminado.
La guerra política que se prepara y realiza desde el exterior del país tiene precisamente dos niveles principales:
1. El primer nivel aborda el trabajo de sensibilización de los principales medios extranjeros que informan sobre Colombia, sobre todo la televisión y la prensa escrita, y de las organizaciones militantes de la izquierda europea y norteamericana, y sus asociaciones, frentes y ONGs colaterales. La prioridad es, como en el espacio interno colombiano, suministrar información dirigida a los medios y a los forjadores de opinión.
2. El segundo nivel trabaja de manera mucho más orgánica: en la constitución de redes de “solidaridad” y de acción política de colombianos en el exterior. Esta actividad consiste en favorecer la creación de asociaciones, “colectivos” y “coordinadoras” de colombianos en las principales capitales de Europa y de Estados Unidos, bajo la apariencia de asociaciones amplias “de colombianos” motivados por intereses profesionales, culturales, científicos, populares, deportivos, etc.  También incluye la formación de círculos políticos minoritarios, menos explícitos y visibles, que aparecen bajo el patrocinio de formaciones políticas legales en Colombia. El Polo Democrático Alternativo (PDA) es, por ejemplo, la fuerza que admite jugar ese papel de elemento aglutinador visible, mientras que organizaciones como el Partido Comunista de Colombia, el ELN o las FARC, no son utilizadas ahora en la producción de documentación “hacia fuera”.
3. El sentido de propiciar “coordinadoras” o grupos “amplios” y “no politizados” de colombianos en el exterior es claro: utilizar esas asociaciones como reserva humana y como observatorio de las individualidades más manipulables y más “motivadas” para emprender actividades políticas ulteriores y discretas de propaganda o de acción. El pretexto para la animación de estos grupos “de vanguardia” es la realización de tareas  “de resistencia del pueblo colombiano” en el exterior. Todo ello siempre en consonancia, de hecho, con las prioridades y campañas de la subversión armada en Colombia.
4. Actualmente esos agentes han logrado poner en pie un organismo de pretensiones europeas que se  llama “Red Europea de Solidaridad con Colombia” (REDHER – Réseau Européen de Fraternité et de Solidarité avec la Colombie). Ese organismo aglutina grupos de Alemania, Italia, Gran Bretaña, Suiza, Bélgica, Francia, Irlanda y España. El grupode este último país está vinculado, entre otros, a un grupo aberzale, el “Komite Internazionlistak”.
5. El PDA impulsa la creación de “coordinadoras populares” en varios países europeos. Se presenta como el representante único de la llamada “izquierda democrática colombiana”, y como el propietario de “más de un millón de votos” obtenidos en las elecciones parlamentarias de 2006.  Sin embargo, la fuerza dirigente de ese PDA es el PCC (Partido Comunista Colombiano), formación política leninista que no llena los requisitos de toda izquierda democrática que se respete pues no ha renunciado jamás a la violencia como instrumento para imponer su programa y sus ideas a la población. 
La respuesta del Estado
La respuesta del Estado y de la sociedad civil colombiana debe ser la movilización de recursos intelectuales y materiales estables destinados a contrarrestar la acción de esas redes. Esa movilización de recursos supone la creación de un organismo constitucional  nuevo, pues los organismos oficiales colombianos existentes, como el ministerio de Relaciones Exteriores, la Fiscalía, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, no bastan para llenar el vacío que existe en esa materia dentro y fuera del país, y ni siquiera tienen un cuerpo jurídico y de doctrina susceptible de orientar correctamente su actividad en esa materia.Varias naciones democráticas europeas fueron objeto durante décadas de la guerra política. Sin embargo, Occidente no fue conciente durante años de la existencia de esa guerra subversiva. Europa y Estados Unidos, sobre todo después del fin de la segunda guerra mundial, estuvieron incluso a punto de ser sumergidos por la técnica de la “mentira total” venida del Este. La civilización occidental, sin embargo, salió adelante y el imperialismo soviético se derrumbó. Colombia debería seguir el ejemplo de esas naciones democráticas europeas las cuales lograron crear dispositivos constitucionales de lucha contra la guerra psicológica y política.
La “subversión”  aquí no es aquella que muchas veces oímos simposios o cosas por el estilo. Fals Borda se queja de que la palabra “subversión” haya tomado vistos de inmoralidad, visos de ser antisocial y querer destruir la sociedad. Este es el significado que los poderosos le dan a “subversión” – sencillamente porque amenaza sus intereses. Pues bien, Fals Borda retoma el término “subversión” como un conjunto de movimientos sociales que quieren y pretenden cambiar el “orden social” de acuerdo a sus propios ideales, para construir una nueva y mejor sociedad. Los subversores son especialmente peligrosos para aquellos que detentan el poder, pues podrían perderlo en la nueva y mejorada sociedad.

3 comentarios:

  1. la subversión en Colombia fue el inicio de la guerra política que aun vivimos, nuestros gobernantes siguen promulgando la violencia tomando como como antifaz sus planes de gobierno y enredando a los ciudadanos con un supuesto mejor vivir para todos.

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  2. En Colombia la subversión se generó en el Frente Nacional, durante el gobierno de Guillermo León Valencia (1962 - 1966), inicialmente surgieron como guerrillas liberales, en respuesta de algunos inconvenientes sostenidos con los conservadores, y fueron tomando fuerza con la ideología que utilizaban, esto no les dió fuerza política que era lo que buscaban y se dedicaron simplemente a ser guerrillas, en la actualidad las guerrillas tienen como negocio el narcotráfico, el secuestro y crímenes de lesa humanidad, abandonano del todo su ideología inicial y dejando en claro que lo que buscan es posicionamiento dentro del poder pero a la fuerza, y no con razonamiento político y en pro del pueblo.

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  3. Fals Borda tiene el objetivo de analizar cómo se da el cambio social en la historia de Colombia. Para ello utiliza un método dialéctico – pero basado en los siguientes conceptos: “Orden Social” “Subversión” “Topía”.

    Un “órden social” es un conjunto de valores y normas que tienen los habitantes de una región o pueblo y que produce una organización social determinada y el uso específico de técnicas a la mano y el desarrollo de estas. De tal modo, el “órden social” ocurre en un espacio de tiempo suficiente para transferirle esos valores sociales y su idea del mundo de una generación a otra.
    La “subversión” aquí no es aquella que muchas veces oímos simposios o cosas por el estilo. Fals Borda se queja de que la palabra “subversión” haya tomado vistos de inmoralidad, visos de ser antisocial y querer destruir la sociedad. Este es el significado que los poderosos le dan a “subversión” – sencillamente porque amenaza sus intereses. Pues bién, Fals Borda retoma el término “suversión” como un conjunto de movimentos sociales que quieren y pretenden cambiar el “órden social” de acuerdo a sus propios ideales, para construir una nueva y mejor sociedad. Los subvertores son especialemente peligrosos para aquellos que detentan el poder, pues podrían perderlo en la nueva y mejorada sociedad.

    Muchas veces en la historia, los subvertores han triunfado e introducido valores morales que hoy son aceptados ampliamente y por los cuales deberíamos estar agradecidos: por ejemplo aquellos que lucharon contra la esclavitud en un tiempo histórico donde la esclavitud como fenómeno era moralmente aceptada. Pues bién, los subvertores eran los que opinaban que la esclavitud era inmoral, y consiguieron transformar la sociedad esclavista. Hoy vemos a esos subvertores mucho más “morales” que aquellos que gozaban de autoridad moral en el órden social de la sociedad esclavista y que no sólo aceptaban la esclavitud sino que sustentaban su poder en ella.

    Es a esto que Fals Borda se dedica, a analizar cómo los subvertores nos han cambiado la sociedad colombiana a través de la historia.

    http://joannacastro.wordpress.com/2011/01/25/la-subversion-en-colombia-el-cambio-social-en-la-historia/

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