domingo, 6 de mayo de 2012


POR: VANNESA CORONADO

DESMONTE DEL FRENTE NACIONAL Y CRISIS DE ESTADO

Teniendo como punto de referencia la articulación de los dos partidos tradicionales (Liberal y conservador), en el mandato de Lleras Restrepo, empezó a darse un fenómeno de abstensión política, lo cual llevo a diferencia marcadas en los acuerdos suscritos entre dichos partidos, dejando al descubierto un Estado dotado de gran fortaleza económica, pero debilitado Institucionalmente.
Posteriormente en el mandato de Pastrana Borrero se evidencia, la creación de un tercer partido, en el cual se conjugarían diferentes intereses políticos, con el fin de lograr la ruptura del bipartidismo existente, y si bien este cometido no se logro, si es cierto que debilito esta tradición política bipartidista.
Este debilitamiento desarrollo y genero en nuestro País, movimientos alzados en armas, protestas, y movimientos que rebasaron los diferentes esquemas organizativos propuestos por los partidos políticos tradicionales.
Una de las particularidades del frente nacional fue la exclusión de todo grupo o movimiento que no se identificara con los postulados del bipartidismo. La protesta social, y el accionar político de los sindicatos, organizaciones campesinas, movimientos políticos de izquierda y de universitarios quedaron en manos de la Institución militar que irrumpía en el Estado, para asumir la creciente confrontaron de esta con la sociedad civil.
Los gobiernos siguientes, el de Alfonso Lopez  y Julio Cesar Turbay Ayala, se desarrollaron sin mayores cambios significativos, en un creciente clientelismo, en un amañado reparto fiscal y la corrupción política, rompiendo todo canal de comunicación entre el electorado y la dirigencia política cada vez mas distante de los partidos políticos, generando como respuesta, el incremento de movimientos y paros cívicos, cuyo objetivo era el de reclamar al Estado, servicios, inversión, vías de comunicación, educación, salud, dejando en claro el escaso grado de democratización del régimen político.
Se sabe que hubo un gran número de protestas sociales de todo orden que incluían desde las campesinas hasta las gremiales, pasando por las estudiantiles, obreras, sindicales, indígenas o de mujeres (1). También surgieron organizaciones civiles y políticas como la ANUC y las JAC (ambas creadas oficialmente bajo el gobierno de Lleras Restrepo), así como el MRL, la ANAPO, la UNO, el MOIR y otras que quisieron probar la "democracia" Colombiana abriéndose paso a codazos entre la inercia bipartidista. Así mismo, desde la Iglesia hubo un fuerte y semiclandestino sector disidente que se comprometió con un evangelismo practicante inspirado en la encíclica Populorum Progresio (sobre el desarrollo de los pueblos), enunciada por el Papa Paulo VI en 1967 y conocida en la segunda Asamblea General del CELAM, realizada en Medellín en 1968. Este sector, denominado Golconda, al igual que las Comunidades Eclesiásticas de Base, en su momento, se convirtió en una alternativa de acción comunitaria para la población marginal del país.
Sin embargo Hartlyn considero, que estos movimientos constituyeron un desafío al régimen, pero que no lograron poner en riesgo la estabilidad del mismo, dado que no debilitaron el bipartidismo, sino las formas de oposición políticas,   y por el contrario se fortalecieron los grupos guerrilleros que irrumpían en ese momento, tal es el caso del M-19
El balance del Frente Nacional (2).  hubiera sido, probablemente, muy positivo si hubiese sido desmontado en las fechas previstas. Pero las cúpulas bipartidistas decidieron en mala hora, a fines de los años 60, prolongar el pacto burocrático mediante un parágrafo en el artículo 120 de la Constitución Nacional, el cual exigía darle una participación adecuada y equitativa al segundo partido en votos tras cada elección. Fue un desastre.       Lo bueno del Frente Nacional (en particular, la superación de los "odios heredados" y la recuperación de las instituciones civiles) ya se había alcanzado. Con este parágrafo nefasto se prolongó, por el contrario, todo lo negativo que arrastraba el Frente Nacional: la burocratización clientelista de los partidos tradicionales, el debilitamiento de la competencia Inter-partidista y, sobre todo, el sentimiento de exclusión de la oposición política.
Hubo que esperar hasta la imposición del esquema gobierno-oposición bajo el gobierno de Virgilio Barco en 1986 y, sobre todo, a la Constitución de 1991, para poder llevar a cabo el desmonte final del Frente Nacional. Una eternidad.
Tras asumir la presidencia de Colombia el 7 de agosto de 1986, Barco emprendió el esquema gobierno-oposición para acabar con los vestigios del Frente Nacional, por lo que contó en su gabinete sólo con representantes del Partido Liberal.






Referencias:
Álvaro Acevedo Tarazona, Salomón Castaño Álvarez: El Frente Nacional Una reflexión histórica de su legitimidad política: Revista No. 28 Ciencias Humanas.
(1) ARCHILA NEIRA, Mauricio. Protesta social y estado en el Frente Nacional. En: Controversia. Bogotá. CINEP. Nº 170 (1997); p. 10

(2) HARTLYN, Jonathan. La política del Régimen de coalición: La experiencia del Frente Nacional en Colombia. Bogotá: Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de los Andes (CEI) - Ediciones Uniandes - Tercer Mundo Editores, 1993. p. 14, 25, 298-304.

Maria Esther Novoa: Régimen y sistema Político Colombiano II, Programa de Administración Pública, Escuela Superior de Administración Pública.

2 comentarios:

  1. Se observa claramente que la larga historia de conflictos en el sistema bipartidista liberal-conservador, y sus confrontaciones ideológicas quedaron un poco aplazada o opacada, ya que el nuevo enemigo común era la existencia de nuevos movimientos políticos que pudiesen general una nueva opinión pública lo cual era perjudicial para el interés de los representantes de cada partido, esto lo digo porque pienso que las tendencias de cada partido estaban supeditadas al interés de mantenerse en el poder de cada uno de sus líderes, por lo tanto uno o unos nuevos partidos que entrasen a luchar por el poder no les convenía de ningún modo, el Frente Nacional era solo el instrumento con el cual podían no soltar el poder y repartirse el país sin importar lo que el pueblo pensara, necesitara o dijera, pienso de algún modo que esa constante lucha por el poder y no permitir oposición u opiniones contrarias fue lo que retraso el desarrollo del país ya que los esfuerzos estuvieron en mantenerse en el poder y no de administrar lo cual era su principal función.

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  2. Es interesante destacar como esta coalición buscaba enfrentar temas de índole político, administrativo y social lo cual solo ocasiono protestas por parte de la oposición e incremento el fortalecimiento de grupos guerrilleros en nuestro país dando inicio a la batalla que hoy en día esta nación se encuentra cruzando. Por mi parte destaco que estos diferentes temas se hubieran podido evitar si el frente nacional hubiera acudido a políticas en las cuales hubiera participado más la ciudadanía y no solamente los dos partidos acudiendo a sus intereses particulares.

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