LA
SUBVERSION EN COLOMBIA
La
subversión marxista, por primera vez aliada a los carteles del narcotráfico en
un golpe terrorista, quiso derrocar el gobierno del Presidente Betancur,
asegurar la impunidad para los narcotraficantes de los carteles de Cali y
Medellín, y de paso tomarse el poder en Colombia por medio de un espectacular
asalto que conmovió al mundo.Poco antes, un régimen comunista se había
instalado en Nicaragua, después de una sangrienta toma del congreso de ese país
por parte de las guerrillas sandinistas. El M 19 quería repetir la historia en
Colombia, al juzgar que la actitud del País ante el chantaje sería la
claudicación. Después del asalto al Palacio de Justicia, la historia
colombiana se partió en dos, pues este episodio fue el comienzo de una guerra
implacable entre el Estado de Derecho y la subversión marxista. Por casi 25
años han corrido ríos de sangre por todos los rincones de Colombia. Militares,
policías y ciudadanos de todas las actividades imaginables por un lado;
guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes por otro. Dos caras de un
conflicto que marcó profundamente nuestra historia reciente y que gracias a una
política firme y categórica del actual gobierno se ha ido superando, aunque no
ha terminado.
La guerra
política que se prepara y realiza desde el exterior del país tiene precisamente
dos niveles principales:
1. El primer
nivel aborda el trabajo de sensibilización de los principales medios
extranjeros que informan sobre Colombia, sobre todo la televisión y la prensa
escrita, y de las organizaciones militantes de la izquierda europea y
norteamericana, y sus asociaciones, frentes y ONGs colaterales. La prioridad
es, como en el espacio interno colombiano, suministrar información dirigida a
los medios y a los forjadores de opinión.
2. El segundo
nivel trabaja de manera mucho más orgánica: en la constitución de redes de
“solidaridad” y de acción política de colombianos en el exterior. Esta
actividad consiste en favorecer la creación de asociaciones, “colectivos” y
“coordinadoras” de colombianos en las principales capitales de Europa y de
Estados Unidos, bajo la apariencia de asociaciones amplias “de colombianos”
motivados por intereses profesionales, culturales, científicos, populares,
deportivos, etc. También incluye la
formación de círculos políticos minoritarios, menos explícitos y visibles, que
aparecen bajo el patrocinio de formaciones políticas legales en Colombia. El
Polo Democrático Alternativo (PDA) es, por ejemplo, la fuerza que admite jugar
ese papel de elemento aglutinador visible, mientras que organizaciones como el
Partido Comunista de Colombia, el ELN o las FARC, no son utilizadas ahora en la
producción de documentación “hacia fuera”.
3. El sentido
de propiciar “coordinadoras” o grupos “amplios” y “no politizados” de
colombianos en el exterior es claro: utilizar esas asociaciones como reserva
humana y como observatorio de las individualidades más manipulables y más
“motivadas” para emprender actividades políticas ulteriores y discretas de
propaganda o de acción. El pretexto para la animación de estos grupos “de
vanguardia” es la realización de tareas
“de resistencia del pueblo colombiano” en el exterior. Todo ello siempre
en consonancia, de hecho, con las prioridades y campañas de la subversión
armada en Colombia.
4.
Actualmente esos agentes han logrado poner en pie un organismo de pretensiones
europeas que se llama “Red Europea de
Solidaridad con Colombia” (REDHER – Réseau Européen de Fraternité et de
Solidarité avec la Colombie). Ese organismo aglutina grupos de Alemania,
Italia, Gran Bretaña, Suiza, Bélgica, Francia, Irlanda y España. El grupode
este último país está vinculado, entre otros, a un grupo aberzale, el “Komite
Internazionlistak”.
5. El PDA
impulsa la creación de “coordinadoras populares” en varios países europeos. Se
presenta como el representante único de la llamada “izquierda democrática
colombiana”, y como el propietario de “más de un millón de votos” obtenidos en
las elecciones parlamentarias de 2006.
Sin embargo, la fuerza dirigente de ese PDA es el PCC (Partido Comunista
Colombiano), formación política leninista que no llena los requisitos de toda
izquierda democrática que se respete pues no ha renunciado jamás a la violencia
como instrumento para imponer su programa y sus ideas a la población.
La respuesta del Estado
La respuesta
del Estado y de la sociedad civil colombiana debe ser la movilización de
recursos intelectuales y materiales estables destinados a contrarrestar la acción
de esas redes. Esa movilización de recursos supone la creación de un organismo
constitucional nuevo, pues los
organismos oficiales colombianos existentes, como el ministerio de Relaciones
Exteriores, la Fiscalía, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, no bastan
para llenar el vacío que existe en esa materia dentro y fuera del país, y ni
siquiera tienen un cuerpo jurídico y de doctrina susceptible de orientar
correctamente su actividad en esa materia.Varias naciones democráticas europeas
fueron objeto durante décadas de la guerra política. Sin embargo, Occidente no
fue conciente durante años de la existencia de esa guerra subversiva. Europa y
Estados Unidos, sobre todo después del fin de la segunda guerra mundial,
estuvieron incluso a punto de ser sumergidos por la técnica de la “mentira
total” venida del Este. La civilización occidental, sin embargo, salió adelante
y el imperialismo soviético se derrumbó. Colombia debería seguir el ejemplo de
esas naciones democráticas europeas las cuales lograron crear dispositivos
constitucionales de lucha contra la guerra psicológica y política.
La
“subversión” aquí no es aquella que
muchas veces oímos simposios o cosas por el estilo. Fals Borda se queja de que
la palabra “subversión” haya tomado vistos de inmoralidad, visos de ser
antisocial y querer destruir la sociedad. Este es el significado que los
poderosos le dan a “subversión” – sencillamente porque amenaza sus intereses.
Pues bien, Fals Borda retoma el término “subversión” como un conjunto de movimientos
sociales que quieren y pretenden cambiar el “orden social” de acuerdo a sus
propios ideales, para construir una nueva y mejor sociedad. Los subversores son
especialmente peligrosos para aquellos que detentan el poder, pues podrían
perderlo en la nueva y mejorada sociedad.
http://joannacastro.wordpress.com/2011/01/25/la-subversion-en-colombia-el-cambio-social-en-la-historia/
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